Frustrante realidad

Bajo las piedras. En la profundidad de los océanos. En la cara oscura de la luna. En las estrellas. Dentro de las botellas que alguien tiro al mar. Dentro de los troncos de árboles caídos. Tras la oreja de las personas. En las huellas de la nieve. En la estela de una estrella fugaz. En la calle. En los movimientos de un columpio. En la lluvia que cae. En la tranquilidad de la noche. En la espuma del mar. En las hojas que se mecen por el viento… Busco la inspiración y no la encuentro. Huye de mí como el hielo del fuego. Hago figuras de barro con la tierra que muchos pisaron y nadie miró, pero no logro que sus historias se filtren a través del fango y mi frustración comienza a hacerse latente. Me asomo en el balcón y pienso a donde irán todas las personas que veo caminando, si a alguna la esperaran cuando lleguen a sus casas. Si tendrán una casa. Si van al medico. Si tienen una vida interesante. Y si alguien se lo pregunta también. Preguntas sin respuestas que a nadie parecen importarle.