martes, 28 de septiembre de 2010

Sin salida

Esta madrugada me caí de la cama y descubrí sorprendida que no estaba en mi casa. Las paredes eran rojas y la estancia muy grande y extrañamente acogedora.Como si yo ya perteneciera a ese lugar. Mientras daba vueltas por la sala encontré unas extrañas piedras, tan grandes, redondas y negras que me recordaban a balas de cañón, cuando intenté levantar una la sentí demasiado pesada y con solo tocarla se apoderaba de mí una angustia excesiva que me hacía soltarla. Más tarde en un rincón decorado con más de mil estrellas vi un gran tesoro y cada vez que cogía una moneda aparecían tres más, como si fuera un bien que siempre estuviera y jamás se agotara. También encontré una estantería llena de frascos con un líquido extraño pero cristalino. Todo el tiempo unas sombras intentaban apoderarse de ese rincón pero que por alguna razón huían cuando me acercaba. Vi multitud de objetos que nunca había visto y con cada minuto que pasaba ahí todo me iba pareciendo más normal hasta que llegué a sentir que lo que allí había me pertenecía de algún modo. Pero cuando al fin lo comprendí fue al llegar al final de aquel lugar y leer el letrero que allí había.
"Bienvenid@ a mi corazón"
Ahora no creas que te será fácil escapar

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